Debo reconocer que yo me inclinaba por estudiar psicología en la UNAM, sin embargo por alguna razón estudie la preparatoria en la normal No. 6 de Amecameca de educación preescolar, cuando salí en 1985 se elevo a licenciatura y había la posibilidad de hacer el tronco común ahí y luego irse a cualquier normal del estado a escoger especialidad y yo escogí la normal de Chalco la especialidad en educación media básica con especialización en Ciencias Sociales.
Cuando uno estudia en una escuela Normal sucede que, si no teníamos vocación pues desertaban pero los que no sabíamos si teníamos vocación de ser docentes ahí la encontramos, el ir a practicar una vez ala semana era muy enriquecedor por que teníamos practicas en educación preescolar, primaria y secundaría; de modo que trabajar con niños pequeños de preescolar era algo energízante para mi, pero implicaba mucho trabajo sobretodo manual al tener que hacer materiales para cada uno de los niños en cada clase y no es que eso me molestara sino que yo que ría entrar a ala UNAM a estudiar psicología, así que me decidí por secundaria y no me arrepiento.
Egrese de la normal en agosto de 1989 y en septiembre ya estaba frente a grupo, entre a trabajar impartiendo lo que era en ese entonces la materia de ciencias sociales, posteriormente cambio a civismo, historia y geografía, luego me ofrecieron una orientación y acepte, dure cinco años en el sistema y una vez al estar formada para recoger mi cheque conocí a un director de CBT y el me ofreció trabajo en su escuela así es que trabajaba en la mañana 20 horas en CBT y era orientador técnico en la secundaria.
Con el paso del tiempo surgen inquietudes y expectativas nuevas me fui de año sabático en enero de 1999 a hacer la maestría en curso intensivo de un año, la estudie en la UVM campus Lomas Verdes, la especialidad era en administración e investigación por que me interesaba un puesto directivo sin embargo al terminarla, nació mi hija y me cambie de lugar de trabajo me fui a vivir a Texcoco, al pedir mi cambio solo había en Preparatorias y así llegue al nivel en los dos turnos y solo pedí horas clase por que así podía organizar mis horarios, pues al ser mama ya no me interesaba ningún puesto directivo y solo me dedique a ser horas clase.
El ser docente me hace sentir segura y satisfecha con mi profesión debido a que es algo que me gusta mucho, el convivir con los alumnos, saber que les estamos poniendo un escalón para que ellos lleguen a ser alguien en la vida, que esas exigencias valen la pena al terminar una carrera o al formar una familia.
El ser docente en media superior siento que es una responsabilidad muy grande nos llegan los alumnos en una edad en la que se están definiendo y están adoptando modelos para su edad adulta tocándonos a nosotros los docentes ayudarle a elegir ese modelo y dotarlo de todos los elementos científicos para desempeñar su rol de adulto con el que caminara por la vida ya sea como profesionista o como padre de familia, por lo menos en las dos prepas donde trabajo los alumnos al salir de la preparatoria el 20% de los alumnos que ya formaron familias.
En eso radica la nuestra responsabilidad que debemos de dotarlos no sólo de valores, conocimientos sino de hacer de ellos unas personas que sirvan a la nación por que ellos van a ser los abogados que nos defiendan o culpen, el medico que nos cure, el maestro de nuestros hijos, entonces debemos hacer de los alumnos en este sistema, gentes responsables con su familia y con México.
Creo personalmente que motivos de satisfacción cuando los alumnos están en la escuela son pocos, más bien en esta etapa ellos creen que estamos en su contra y tratan de demeritar nuestro trabajo creyendo que nosotros solo le ponemos tal o cual trabajo para fastidiarlos o hacer que se la pasen ocupados con nuestras materias, la satisfacción por experiencia viene cuando uno va por la calle y los alumnos se acercan y nos dicen “se acuerda de mi” y para ser sinceros a lo mejor no los recordamos pero conforme nos van narrando sus logro empezamos a recordar y solo nos queda felicitarlos por sus logro aunque no todos lleguen a ser profesionistas. Algo que particularmente me llena de satisfacción es el hecho de algún alumno le cueste trabajo la materia o conductualmente es mal portado y a partir de que cerramos filas los docentes del grupo logramos hacer que se encause o cumpla con sus tareas, estudie y obtenga su certificado.
Cuando uno estudia en una escuela Normal sucede que, si no teníamos vocación pues desertaban pero los que no sabíamos si teníamos vocación de ser docentes ahí la encontramos, el ir a practicar una vez ala semana era muy enriquecedor por que teníamos practicas en educación preescolar, primaria y secundaría; de modo que trabajar con niños pequeños de preescolar era algo energízante para mi, pero implicaba mucho trabajo sobretodo manual al tener que hacer materiales para cada uno de los niños en cada clase y no es que eso me molestara sino que yo que ría entrar a ala UNAM a estudiar psicología, así que me decidí por secundaria y no me arrepiento.
Egrese de la normal en agosto de 1989 y en septiembre ya estaba frente a grupo, entre a trabajar impartiendo lo que era en ese entonces la materia de ciencias sociales, posteriormente cambio a civismo, historia y geografía, luego me ofrecieron una orientación y acepte, dure cinco años en el sistema y una vez al estar formada para recoger mi cheque conocí a un director de CBT y el me ofreció trabajo en su escuela así es que trabajaba en la mañana 20 horas en CBT y era orientador técnico en la secundaria.
Con el paso del tiempo surgen inquietudes y expectativas nuevas me fui de año sabático en enero de 1999 a hacer la maestría en curso intensivo de un año, la estudie en la UVM campus Lomas Verdes, la especialidad era en administración e investigación por que me interesaba un puesto directivo sin embargo al terminarla, nació mi hija y me cambie de lugar de trabajo me fui a vivir a Texcoco, al pedir mi cambio solo había en Preparatorias y así llegue al nivel en los dos turnos y solo pedí horas clase por que así podía organizar mis horarios, pues al ser mama ya no me interesaba ningún puesto directivo y solo me dedique a ser horas clase.
El ser docente me hace sentir segura y satisfecha con mi profesión debido a que es algo que me gusta mucho, el convivir con los alumnos, saber que les estamos poniendo un escalón para que ellos lleguen a ser alguien en la vida, que esas exigencias valen la pena al terminar una carrera o al formar una familia.
El ser docente en media superior siento que es una responsabilidad muy grande nos llegan los alumnos en una edad en la que se están definiendo y están adoptando modelos para su edad adulta tocándonos a nosotros los docentes ayudarle a elegir ese modelo y dotarlo de todos los elementos científicos para desempeñar su rol de adulto con el que caminara por la vida ya sea como profesionista o como padre de familia, por lo menos en las dos prepas donde trabajo los alumnos al salir de la preparatoria el 20% de los alumnos que ya formaron familias.
En eso radica la nuestra responsabilidad que debemos de dotarlos no sólo de valores, conocimientos sino de hacer de ellos unas personas que sirvan a la nación por que ellos van a ser los abogados que nos defiendan o culpen, el medico que nos cure, el maestro de nuestros hijos, entonces debemos hacer de los alumnos en este sistema, gentes responsables con su familia y con México.
Creo personalmente que motivos de satisfacción cuando los alumnos están en la escuela son pocos, más bien en esta etapa ellos creen que estamos en su contra y tratan de demeritar nuestro trabajo creyendo que nosotros solo le ponemos tal o cual trabajo para fastidiarlos o hacer que se la pasen ocupados con nuestras materias, la satisfacción por experiencia viene cuando uno va por la calle y los alumnos se acercan y nos dicen “se acuerda de mi” y para ser sinceros a lo mejor no los recordamos pero conforme nos van narrando sus logro empezamos a recordar y solo nos queda felicitarlos por sus logro aunque no todos lleguen a ser profesionistas. Algo que particularmente me llena de satisfacción es el hecho de algún alumno le cueste trabajo la materia o conductualmente es mal portado y a partir de que cerramos filas los docentes del grupo logramos hacer que se encause o cumpla con sus tareas, estudie y obtenga su certificado.
Mi porfesión no es la docencia, soy ingeniero agrónomo pero por azares del destino llegué hasta aqui, pero es satisfactorio para uno al ver que un alumno ha aprendido algo nuevo y eso me motiva a ser mejor cada día, ya hasta tengo en planes estudiar matemáticas en alguna normal en curso sabatino, por que podemos tener todo el conocimiento, ser los mejores profesionistas en nuestro campo, pero no sabemos del todo transmitir ese conocimiento a nuestros alumnos.
ResponderEliminarHola maestra Betty.
ResponderEliminarComparto su opinión sobre la gran responsabiidad que tenemos con los alumnos. Recordemos que la preparatoria es la última etapa formativa, por lo tanto les damos o imprimimos un sello particular o de garantía a este último proceso. Debido a esa gran y bonita responsabilidad tenemos que actualizar nuestra labor educativa de manera constante.
Un afectuoso saludo.
Gerardo Rodríguez Ortiz
Buenas tardes Bety: La informacion que mandas al blog es muy interesante ya que nos enfrentamos diariamente a mil barreras para el logro de metas, pero la perseverancia y la gestión que desempeñamos como docentes con autoridades educativas son de vital importancia, permitiendo generar una comunicación y toma de decisiones adecuada en beneficio de los alumnos. ¡felicidades!
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